Escuchando ríos, sintiendo montañasNigel Peake en Kioto
Nigel disfruta del sol en el exterior de YAMADA MPD ART CLUB, una tienda de arte y antigüedades situada en la calle Teramachi de Kioto. Suele llevar un calcetín de cada color; la combinación de hoy es amarillo y naranja. Su pantalón de pana es un viejo favorito de UNIQLO. Le gusta ponérselo para estar en el jardín de su casa. El estilo colorido del vestuario de Nigel refleja la vivacidad de sus obras.
Con sus bolígrafos de colores, dibuja líneas precisas impregnadas de pasión. Sus temas pueden ser cualquier cosa con la que tropiece en la vida cotidiana. Nacido en Irlanda del Norte, el artista Nigel Peake airea su alma a través del dibujo, capturando el misterio del momento.
Nigel Peake
Artista
Nacido en Irlanda del Norte en 1981. Ávido jugador de cricket en su adolescencia, Nigel estudió arquitectura en la Universidad de Edimburgo (Escocia). Reside en Irlanda del Norte y ha exhibido sus dibujos y litografías a nivel mundial; más de sesenta colecciones llevan su nombre. La portada de este número representa la forma en que Nigel ve Kioto.
¿Cómo convierte Nigel la vida cotidiana en arte?
Dibujar es ver. En lugar de dibujar, algunas personas plasman las cosas en fotografías, mientras que otras las ponen por escrito. Otra forma de captar algo es sostenerlo en la mano u observarlo de cerca. Lo que llamamos «ver» es una forma de acercarse a la esencia de un sujeto. Adopta muchas formas. El artista de Irlanda del Norte Nigel Peake, que pasó dos semanas explorando Kioto, usa el dibujo como medio para representar el arte que se esconde en nuestro entorno cotidiano, capturando su esencia.

«La palabra “arte” es muy amplia. Para mí... el arte “casual” es bello. Puede ser algo tan simple como trocear una manzana. Es un acto modesto, algo que todos hacemos, pero probablemente cada uno la troceamos de un modo diferente, dependiendo de nuestra mano, del cuchillo y de la manzana. Todo se puede llamar “arte”, aunque no todo será considerado arte por todo el mundo. Lo que me interesa es el acto de apreciar y percibir algo, así como las decisiones tomadas en el proceso. Cuando veo alguna cosa específica que me llama la atención, dedico tiempo a observarla con detalle e incluso, a veces, tomo una fotografía o hago un dibujo simple, si siento el deseo de intentar atrapar el momento. Pueden ser cosas muy normales.
El otro día, vi un letrero antiguo de una compañía de electrónica en una persiana. No quise dejarlo pasar, así que lo fotografié. Llovía, iba cargando con mi maleta y no tenía paraguas, pero aun así, me detuve. No tengo claro qué hace que me detenga. Pero siento algo, así que escucho. Creo que no es necesario averiguar el motivo. En un viaje a Kamakura, estuve observando a unos surfistas deslizarse por las olas y me quedé hipnotizado. A veces, simplemente me fascina el movimiento. Me he pasado los últimos tres años recorriendo a pie los mismos caminos rurales, sin visitar ni una librería, tienda de discos o museo, y aun así, cada día descubría algo nuevo. Puede ser un árbol o la forma de un campo. Una sombra me hizo pensar en Ellsworth Kelly. Su forma y color me llevaron a reflexionar en cómo él traducía su mundo en su obra».


El mercado de antigüedades de Tenjin se celebra el día 25 de cada mes en el santuario Kitano Tenmangu. Nigel rebuscó entre las telas, los jarrones y otros objetos. Compró una pequeña taza de porcelana de Kobutsu Itaru, una tienda de Shiga.



YAMADA MPD ART CLUB
Encandilados con las piezas del ceramista Kanjiro Kawai e influenciados por las ideas del movimiento artístico popular de Japón, fundado por Soetsu Yanagi, la joven pareja formada por Naoto y Chiaki Yamada abrió su tienda en 2021. Las estanterías están repletas de majestuosas obras de artistas como Kanjiro Kawai, Shoji Hamada, Tatsuzo Shimaoka o Kenji Funaki.
22 Fujiki-cho, Teramachidori Takeyamachi Agaru, Nakagyo-ku, Kioto, Japón ABIERTO Jueves-Lunes 11:30-18:00
Desde los paisajes rurales de su Irlanda del Norte nativa hasta el increíble artificio de metrópolis como Nueva York, el arte de Nigel hace honor a la interacción entre naturaleza y ciudad. Nos cuenta que le gusta la proximidad de Kioto con la naturaleza, y cómo la ciudad se fusiona de forma orgánica con las montañas.
«He disfrutado mucho observando las montañas que rodean Kioto. Me encanta pasar por las calles cuya vista termina con las montañas al fondo. Cómo las hileras de edificios forman paisajes. Prefiero ir andando a los sitios. A veces, uno se pierde por el camino y encuentra cosas nuevas. O vuelve a ver algo conocido desde una perspectiva diferente. También me gusta ir en bici. Te aporta un poco más de altura, y eso cambia tu punto de vista. Y si te desplazas a pie o en bici, puedes detenerte cuando quieras. ¡Si vas en taxi y le pides al conductor que pare cada vez que ves algo interesante, seguro que se hartaría enseguida!

Hanamachi de Kioto. Si bien los árboles y la naturaleza son preciosos, Nigel se detiene para fotografiar la tapa de una alcantarilla. Su cuaderno de bocetos es un portal que lleva a un mundo creado por él mismo.
Llevo dibujando desde que tengo uso de razón. Si echo la vista atrás, me doy cuenta de que siempre he dibujado cosas o lugares tranquilos, en cualquiera de sus formas.
Además de dibujar, también me gusta escribir. Me parece muy bonito que las palabras japonesas para “dibujar” y “escribir” se pronuncien igual: kaku. Representa un sentimiento libre de cómo explorar algo y puede llevar a interesantes malentendidos. Escribo el árbol. Dibujo el sonido. Se conforman mutuamente, dejando huecos y espacios para que la otra entre.
A veces, me pregunto si hago dibujos para preservar un recuerdo. Como la portada de este número, por ejemplo. Captura lo que me hace sentir Kioto en este momento. Pero las personas cambian con el tiempo. Más adelante, a lo mejor corto o tapo con cinta una parte de la obra. Es bonito eliminar cosas. Un compositor que me gusta recorta notas de algunas secciones de los pentagramas y, en su lugar, coloca parches en blanco. Así, deja huecos para que sucedan cosas en medio. Dejar espacios en blanco es un arte, y los jardines japoneses lo demuestran de una forma muy bella».
Nigel tiene tres hermanos y una hermana. Es el segundo más joven, y el único que dibuja. A su padre le gustan los libros y a su madre, las flores. A ambos les encanta la jardinería; cuando Nigel llama a casa, normalmente uno de los dos está fuera trabajando. Nigel también tiene un pequeño jardín.
«Hace poco he empezado a crear un jardín junto al mar. Tiene mucho que ver con dibujar. Disponer plantas o flores en hileras es similar a dibujar líneas sobre el papel. Es una división del espacio. Un jardín hace que veas el tiempo de una forma diferente; implica una lentitud y una noción de distancia que me resultan muy atrayentes. La música es otra de mis cosas favoritas. Me interesa mucho la música ambiente japonesa de los años 80. A menudo la escucho mientras trabajo, así como bandas sonoras, jazz o electrónica de diferentes lugares. Escuchar música es como trasladarse a un paisaje. Suelo dudar si decir que toco la guitarra (porque no lo hago bien), pero a veces me gusta ver una película en silencio, solo con subtítulos, y hacer algunos sonidos con la guitarra.

A menudo uso lápices Mitsubishi y bolígrafos Pilot, además de lapiceros suizos. Mi estuche bien podría ser un atlas de lugares que he visitado. Son mis herramientas. Si no dibujo las cosas que veo, no puedo esperar comprenderlas.Dibujo lo que escapa a mi entendimiento. Solo si me detengo, escucho y dibujo, puedo empezar a comprender. Me gusta aquello que no entiendo. Por eso dibujo. Descubrir qué te gusta y qué no forma parte del proceso de descifrar cuál es el propósito de cada uno de nuestros días, pero ya me he dado cuenta de que seguirá siendo un misterio».
Tengo una obra de Nigel colgada en mi salón, en un lugar muy visible. Un recordatorio diario de la alegría de vivir. El arte logra cosas diferentes en cada persona, pero si te hace el día un poco más llevadero, con eso es suficiente. Si algo capta mi atención y hace que me detenga, también siento la necesidad de quedarme con ello. El arte de Nigel nos recuerda que los pequeños detalles cotidianos se combinan y dan lugar a paisajes majestuosos.

Nigel comienza cada dibujo con un contorno blanco y negro. A medida que añade el color, arranca las secciones que ya no le gustan y pega encima un nuevo trozo de papel. En el cuarto paso, añade los toques finales, y el resultado es similar al de la portada de este número. Los colores se le empiezan a ocurrir en la primera etapa en blanco y negro.



Rokuyosha Basement Store
Esta cafetería es como un soplo de aire fresco. Osamu Okuno, propietario del establecimiento, tuesta café desde el año 1985. Ofrece dos mezclas creadas por él, así como cafés importados de otras partes del mundo. Nigel disfruta de una de las mezclas con un dónut casero.
40 Daikoku-cho, Kawaramachi Sanjo Kudaru, Nakagyo-ku, Kioto, Japón ABIERTO Jueves-Martes 12:00-23:00
Chaqueta Sobrecamisa Felpa
Camisa Algodón Extrafino Textura
Uniqlo U Camiseta Algodón Oversized
Calcetines Color
Calcetines Color
Dibujar es ver. En lugar de dibujar, algunas personas plasman las cosas en fotografías, mientras que otras las ponen por escrito. Otra forma de captar algo es sostenerlo en la mano u observarlo de cerca. Lo que llamamos «ver» es una forma de acercarse a la esencia de un sujeto. Adopta muchas formas. El artista de Irlanda del Norte Nigel Peake, que pasó dos semanas explorando Kioto, usa el dibujo como medio para representar el arte que se esconde en nuestro entorno cotidiano, capturando su esencia.
«La palabra “arte” es muy amplia. Para mí... el arte “casual” es bello. Puede ser algo tan simple como trocear una manzana. Es un acto modesto, algo que todos hacemos, pero probablemente cada uno la troceamos de un modo diferente, dependiendo de nuestra mano, del cuchillo y de la manzana. Todo se puede llamar “arte”, aunque no todo será considerado arte por todo el mundo. Lo que me interesa es el acto de apreciar y percibir algo, así como las decisiones tomadas en el proceso. Cuando veo alguna cosa específica que me llama la atención, dedico tiempo a observarla con detalle e incluso, a veces, tomo una fotografía o hago un dibujo simple, si siento el deseo de intentar atrapar el momento.
Pueden ser cosas muy normales. El otro día, vi un letrero antiguo de una compañía de electrónica en una persiana. No quise dejarlo pasar, así que lo fotografié. Llovía, iba cargando con mi maleta y no tenía paraguas, pero aun así, me detuve. No tengo claro qué hace que me detenga. Pero siento algo, así que escucho. Creo que no es necesario averiguar el motivo. En un viaje a Kamakura, estuve observando a unos surfistas deslizarse por las olas y me quedé hipnotizado. A veces, simplemente me fascina el movimiento. Me he pasado los últimos tres años recorriendo a pie los mismos caminos rurales, sin visitar ni una librería, tienda de discos o museo, y aun así, cada día descubría algo nuevo. Puede ser un árbol o la forma de un campo. Una sombra me hizo pensar en Ellsworth Kelly. Su forma y color me llevaron a reflexionar en cómo él traducía su mundo en su obra».



El mercado de antigüedades de Tenjin se celebra el día 25 de cada mes en el santuario Kitano Tenmangu. Nigel rebuscó entre las telas, los jarrones y otros objetos. Compró una pequeña taza de porcelana de Kobutsu Itaru, una tienda de Shiga.



YAMADA MPD ART CLUB
Encandilados con las piezas del ceramista Kanjiro Kawai e influenciados por las ideas del movimiento artístico popular de Japón, fundado por Soetsu Yanagi, la joven pareja formada por Naoto y Chiaki Yamada abrió su tienda en 2021. Las estanterías están repletas de majestuosas obras de artistas como Kanjiro Kawai, Shoji Hamada, Tatsuzo Shimaoka o Kenji Funaki.
22 Fujiki-cho, Teramachidori Takeyamachi Agaru, Nakagyo-ku, Kioto, Japón ABIERTO Jueves-Lunes 11:30-18:00

Hanamachi de Kioto. Si bien los árboles y la naturaleza son preciosos, Nigel se detiene para fotografiar la tapa de una alcantarilla. Su cuaderno de bocetos es un portal que lleva a un mundo creado por él mismo.
Desde los paisajes rurales de su Irlanda del Norte nativa hasta el increíble artificio de metrópolis como Nueva York, el arte de Nigel hace honor a la interacción entre naturaleza y ciudad. Nos cuenta que le gusta la proximidad de Kioto con la naturaleza, y cómo la ciudad se fusiona de forma orgánica con las montañas.
«He disfrutado mucho observando las montañas que rodean Kioto. Me encanta pasar por las calles cuya vista termina con las montañas al fondo. Cómo las hileras de edificios forman paisajes. Prefiero ir andando a los sitios. A veces, uno se pierde por el camino y encuentra cosas nuevas. O vuelve a ver algo conocido desde una perspectiva diferente. También me gusta ir en bici. Te aporta un poco más de altura, y eso cambia tu punto de vista. Y si te desplazas a pie o en bici, puedes detenerte cuando quieras. ¡Si vas en taxi y le pides al conductor que pare cada vez que ves algo interesante, seguro que se hartaría enseguida!
Llevo dibujando desde que tengo uso de razón. Si echo la vista atrás, me doy cuenta de que siempre he dibujado cosas o lugares tranquilos, en cualquiera de sus formas. Además de dibujar, también me gusta escribir. Me parece muy bonito que las palabras japonesas para “dibujar” y “escribir” se pronuncien igual: kaku. Representa un sentimiento libre de cómo explorar algo y puede llevar a interesantes malentendidos. Escribo el árbol. Dibujo el sonido. Se conforman mutuamente, dejando huecos y espacios para que la otra entre.
A veces, me pregunto si hago dibujos para preservar un recuerdo. Como la portada de este número, por ejemplo. Captura lo que me hace sentir Kioto en este momento. Pero las personas cambian con el tiempo. Más adelante, a lo mejor corto o tapo con cinta una parte de la obra. Es bonito eliminar cosas. Un compositor que me gusta recorta notas de algunas secciones de los pentagramas y, en su lugar, coloca parches en blanco. Así, deja huecos para que sucedan cosas en medio. Dejar espacios en blanco es un arte, y los jardines japoneses lo demuestran de una forma muy bella».

«Hace poco he empezado a crear un jardín junto al mar. Tiene mucho que ver con dibujar. Disponer plantas o flores en hileras es similar a dibujar líneas sobre el papel. Es una división del espacio. Un jardín hace que veas el tiempo de una forma diferente; implica una lentitud y una noción de distancia que me resultan muy atrayentes. La música es otra de mis cosas favoritas. Me interesa mucho la música ambiente japonesa de los años 80. A menudo la escucho mientras trabajo, así como bandas sonoras, jazz o electrónica de diferentes lugares. Escuchar música es como trasladarse a un paisaje. Suelo dudar si decir que toco la guitarra (porque no lo hago bien), pero a veces me gusta ver una película en silencio, solo con subtítulos, y hacer algunos sonidos con la guitarra. A menudo uso lápices Mitsubishi y bolígrafos Pilot, además de lapiceros suizos. Mi estuche bien podría ser un atlas de lugares que he visitado. Son mis herramientas. Si no dibujo las cosas que veo, no puedo esperar comprenderlas.
Dibujo lo que escapa a mi entendimiento. Solo si me detengo, escucho y dibujo, puedo empezar a comprender. Me gusta aquello que no entiendo. Por eso dibujo. Descubrir qué te gusta y qué no forma parte del proceso de descifrar cuál es el propósito de cada uno de nuestros días, pero ya me he dado cuenta de que seguirá siendo un misterio».
Tengo una obra de Nigel colgada en mi salón, en un lugar muy visible. Un recordatorio diario de la alegría de vivir. El arte logra cosas diferentes en cada persona, pero si te hace el día un poco más llevadero, con eso es suficiente. Si algo capta mi atención y hace que me detenga, también siento la necesidad de quedarme con ello. El arte de Nigel nos recuerda que los pequeños detalles cotidianos se combinan y dan lugar a paisajes majestuosos.


Nigel comienza cada dibujo con un contorno blanco y negro. A medida que añade el color, arranca las secciones que ya no le gustan y pega encima un nuevo trozo de papel. En el cuarto paso, añade los toques finales, y el resultado es similar al de la portada de este número. Los colores se le empiezan a ocurrir en la primera etapa en blanco y negro.


Esta cafetería es como un soplo de aire fresco. Osamu Okuno, propietario del establecimiento, tuesta café desde el año 1985. Ofrece dos mezclas creadas por él, así como cafés importados de otras partes del mundo. Nigel disfruta de una de las mezclas con un dónut casero.
40 Daikoku-cho, Kawaramachi Sanjo Kudaru, Nakagyo-ku, Kioto, Japón ABIERTO Jueves-Martes 12:00-23:00
Chaqueta Sobrecamisa Felpa , Camisa Algodón Extrafino Textura , Uniqlo U Camiseta Algodón Oversized , Calcetines Color , Calcetines Color



『IN THE CITY』
En este libro 『IN THE CITY』 , Nigel plasma el asombro que le causa la gran ciudad, en contraste con «IN THE WILDS», donde dibuja paisajes de su Irlanda del Norte nativa. Mediante el dibujo, convierte el paisaje en un recuerdo.



『blinking』
Su trabajo más reciente, «blinking» , combina dibujos de cinco jardines de Kioto con descripciones de sus sonidos. Sus bocetos rinden homenaje a los espacios vacíos de los jardines paisajistas tradicionales.
- 1981
- Nace en el condado de Down, Irlanda del Norte.
- 1996
- Primera experiencia formativa musical.
- 2005
- Se gradúa en la escuela de arquitectura en Edimburgo, Escocia.
- 2005
- Completa su primer proyecto: el diseño para el álbum de Coldcut. «Sound Mirrors»
- 2007
- Su primer libro «SHEDS» es publicado por Analogue Books.
- 2011
- «IN THE WILDS», una ilustración observacional de la vida rural, es publicado por Princeton Architectural Press.
- 2012
- Se muda a Suiza para dar clases de arquitectura en la EPFL de Lausana.
- 2013
- Exposición en solitario «In the Dark» , en Colette, París.
- 2014
- «IN THE CITY», una representación colorida de paisajes urbanos, es publicado por Princeton Architectural Press.
- 2017
- Se celebra la exposición RETURN en Tokio con motivo del lanzamiento de las litografías.
- 2020
- Traslada su base de operaciones a Irlanda del Norte. Establece un estudio junto al mar y se dedica a cultivar plantas en el jardín.
- 2022
- Publica «blinking» , una colección de dibujos de cinco jardines de Kioto.
Fotografía: Kazufumi Shimoyashiki Edición y texto: Tamio Ogasawara Coordinación: Akemi Koyama Traducción: Matt Schultz