Mi estándar
Ilustración: Yoshifumi Takeda
Fotografía y texto: Amber
Dohrenwend
Episodio 7

Amber Dohrenwend
«El denim de UNIQLO es
mi amigo más antiguo»
Artista del cartón
Nació en Michigan en 1978. En 2008 ella y su marido se mudaron a Tokio. En 2010, mientras criaba a sus dos hijas, le entró la curiosidad por el arte hecho de cartón. Celebrado por sus curvas orgánicas y suaves texturas, su trabajo se ha expuesto en el hotel Trunk de Shibuya y en el escaparate de Hermès Ginza. Actualmente, Amber ha vuelto a EE. UU., donde continúa su proceso creativo.
«El denim de UNIQLO es mi amigo más antiguo»
Igual que uso cajas y cartón reciclados para mis obras, también
intento llevar ropa de segunda mano. Durante los últimos doce
años me he comprometido a comprar solo ropa usada, e intento
cuidarla al máximo para que dure. Esto tiene que ver con mi
compromiso con el medioambiente y con llenar mi vida de
sencillez y significado.
Como americana que vive en
Tokio, no es fácil encontrar ropa de mujer de mi talla. Eso es
lo que me llevó a buscar en la sección de hombre de algunas de
mis tiendas vintage favoritas de Koenji y Kichijoji. Cuando me
probé estos vaqueros de UNIQLO (en el centro) por primera vez,
el corte me pareció perfecto y supe que había encontrado algo
que me iba bien. Después de ver algún que otro tutorial de
YouTube, subí el bajo, metí la cintura, tapé una mancha de tinta
con un parche y arreglé las rodillas, ¡yo sola! Estos son los
vaqueros con los que me gusta sentarme en el suelo de tatami
para trabajar, y como los reparé para adaptarse a mis
necesidades específicas, siento que son muy «yo», es decir, son
únicos.


Los llevo prácticamente todos los días en el estudio, pero a veces también me los pongo para ir a reuniones o salir a cenar, con una camisa original. Mi hija mayor, de 13 años, tiene un vestido camisero denim de UNIQLO (arriba a la izquierda), y se lo pone muchísimo. Como yo, se siente muy cómoda con las prendas vaqueras, y su vestido ha ido adquiriendo su propio carácter vintage tras llevarlo una y otra vez.
Igual que uso cajas y cartón reciclados para mis obras, también
intento llevar ropa de segunda mano. Durante los últimos doce años
me he comprometido a comprar solo ropa usada, e intento cuidarla
al máximo para que dure. Esto tiene que ver con mi compromiso con
el medioambiente y con llenar mi vida de sencillez y
significado.
Como americana que vive en Tokio, no es
fácil encontrar ropa de mujer de mi talla. Eso es lo que me llevó
a buscar en la sección de hombre de algunas de mis tiendas vintage
favoritas de Koenji y Kichijoji. Cuando me probé estos vaqueros de
UNIQLO (en el centro) por primera vez, el corte me pareció
perfecto y supe que había encontrado algo que me iba bien. Después
de ver algún que otro tutorial de YouTube, subí el bajo, metí la
cintura, tapé una mancha de tinta con un parche y arreglé las
rodillas, ¡yo sola! Estos son los vaqueros con los que me gusta
sentarme en el suelo de tatami para trabajar, y como los reparé
para adaptarse a mis necesidades específicas, siento que son muy
«yo», es decir, son únicos.

El denim es un tejido maravilloso y dinámico. Mejora con los
años. Recupero los vaqueros usados de toda mi familia y los
convierto en cojines para nuestro salón (arriba a la derecha).
El tejido se suaviza con el uso, pero a la vez es duradero. Con
solo un vistazo, cada uno sabe qué parches proceden de su
vaquero. Es como hacer un libro de recortes más físico, y
siempre ayuda a iniciar conversaciones.
Lo que me
encanta de trabajar con cartón, y de llevar denim, es que,
aparte de ser bueno para el medioambiente, puedes ver cómo
cambia con el tiempo. Siempre me pregunto qué podría pasar más
adelante con estos materiales, a medida que evoluciono con
ellos. Eso es lo que mantiene viva mi curiosidad. El cambio es
la única certeza.

Amber, sentada con niños en una instalación que creó en su estudio y que evoca las raíces de un gran árbol. En el pasado, trabajó como profesora de primaria. Incluso sus obras más grandes están hechas solo con unas tijeras y una grapadora.