Hola
Haruki
Entrevista a Haruki Murakami
- Fotografía de Taro Hirano
- Ilustración de Hattaro Shinano
- Texto de Keisuke Kagiwada
Murakami nos habla sobre su forma de vestir. «Intento llevar prendas lisas, cuanto más sencillas, mejor. Vaqueros y una camiseta, con una sudadera o un jersey. Como no tengo que ir a una oficina, me puedo poner lo que quiera. Pero siempre termino poniéndome lo mismo. No sabría decir por qué lo hago».
Con su singular visión del mundo, el novelista Haruki Murakami ha cautivado a los lectores no solo en Japón, sino en todo el mundo.
Traductor activo y corredor, también presenta el programa de radio Murakami Radio.
Le visitamos en el estudio de grabación y le preguntamos todo sobre su vida y obra.
Murakami nos habla sobre su forma de vestir. «Intento llevar prendas lisas, cuanto más sencillas, mejor. Vaqueros y una camiseta, con una sudadera o un jersey. Como no tengo que ir a una oficina, me puedo poner lo que quiera. Pero siempre termino poniéndome lo mismo. No sabría decir por qué lo hago».
Con su singular visión del mundo, el novelista Haruki Murakami ha
cautivado a los lectores no solo en Japón, sino en todo el mundo.
Traductor
activo y corredor, también presenta el programa de radio
Murakami Radio.
Le visitamos en el estudio de grabación
y le preguntamos todo sobre su vida y obra.
P1. ¿Cuál es la parte más divertida de ser DJ de radio?
Siempre escucho música en casa, pero a veces se hace un poco solitario. En la radio, todo lo que tengo que hacer es poner las canciones que me gustan y hablar de lo que se me ocurra, y la gente la sintoniza. Creo que es una excelente manera de interactuar. Procuro no salir en televisión, pero lo bueno de estar en la radio es que la gente no te reconoce por la calle.
P2. ¿Tienes algún recuerdo inolvidable escuchando la radio?
La primera vez que escuché a los Beatles, me quedé impresionado. La canción era Please Please Me. No había ninguna banda que tocara así. También se me puso la piel de gallina la primera vez que escuché Surfin’ U.S.A. de los Beach Boys y Light My Fire de The Doors. Mucho de lo que sé sobre música lo aprendí gracias a la radio. Lo que me hizo enamorarme de la música en primer lugar fueron las canciones estadounidenses y británicas que ponían en la radio en Kobe, cuando estaba en el instituto. Allí había un DJ que se llamaba Teruo Isono, que también era crítico de jazz. Principalmente pinchaba música pop, pero a veces introducía alguna pista de jazz y hablaba sobre qué pasaba en las canciones. Aquella fue una verdadera educación. Hacer ese tipo de cosas para los oyentes es importante. Es muy fácil sentarse y limitarse a poner peticiones.
P3. A tu juicio, ¿qué hace que una persona tenga estilo?
Me parece magnífico que alguien pueda hacer que la ropa cotidiana parezca cómoda. No me impresiona la gente que se viste de pies a cabeza con marcas, o deja que su ropa dicte su estilo.
P4. ¿Alguien en concreto influye en tu propio estilo?
Como crecí en el apogeo de la VAN JACKET y el estilo de Ivy League, tomé muchos referentes de las películas estadounidenses. Podía copiar a George Peppard en Desayuno con diamantes o Paul Newman en Harper, investigador privado con una chaqueta de tweed con camisa abotonada y corbata. Hoy en día, no copio a nadie.
P5. ¿Tienes alguna historia de terror relacionada con la moda?
En verano, siempre llevo camiseta, pantalón corto y chanclas. Una vez, me invitaron a un restaurante tradicional en Ginza, pero cuando aparecí vestido así, el anfitrión me paró en la puerta y me dijo: «No se permiten pantalones cortos». Me cogió por sorpresa, ya que, al fin y al cabo, yo era el invitado. Por suerte, siempre llevo en el bolso unos pantalones holgados para situaciones como estas, así que me los puse encima de los pantalones cortos, y como si no hubiera pasado nada. El anfitrión no daba crédito a lo que estaba viendo. La idea de llevar siempre en el bolso unos pantalones la tomé del novelista Komimasa Tanaka. Iba al cine con pantalones cortos casi todos los días, pero en las salas de cine siempre hacía mucho frío. Así que cuando llegaba al cine, se ponía los otros pantalones que llevaba en el bolso. Me pareció una gran idea y comencé a hacer lo mismo.
P6. ¿Es cierto que cuando vivías en Italia siempre llevabas corbata?
Sí, me la ponía todo el tiempo. En aquel entonces, en Italia te miraban mal si no llevabas corbata. En los restaurantes, te daban la peor mesa. Al principio pensaba que lo hacían por discriminación, pero un día que llevaba corbata, me sentaron en un sitio impresionante. Pensé: «Vale, así funcionan aquí las cosas». A partir de entonces, siempre que salía a comer me ponía corbata y me lo pasaba muy bien haciéndolo. Pero ahora que estoy de regreso en Japón, nunca las uso. Por alguna razón, si salgo en Japón con corbata, no pasa mucho tiempo antes de que empiece a molestarme. Imagino que llevar corbata se hace poco natural una vez que has perdido la costumbre.
P7. ¿Qué opinas de UNIQLO?
Una vez viajé a Melbourne, convencido de que en Australia no haría mucho frío, pero en realidad, está bastante cerca del Polo Sur. Me congelé. Perplejo, compré una chaqueta cutre en una tienda frente al hotel, pero más tarde me di cuenta de que había un UNIQLO al otro lado del edificio. Ojalá me hubiera comprado una camisa HEATTECH. UNIQLO tiene tiendas en todo el mundo, así que si estás de viaje y necesitas algo, ellos te sacan del apuro. Como cuando, de repente, hace frío o necesitas una muda de ropa.
P8. ¿Cómo puede mejorar UNIQLO?
Me gustaría que hicieran más ropa deportiva. Pero la ropa deportiva debe cumplir un montón de requisitos diferentes. Incluso algo como una camiseta para correr debe absorber el sudor, ser transpirable y mantenerte abrigado, todo a la vez. Pero ese tipo de funcionalidad tiene un precio. Unos pantalones cortos pueden costar entre 55 y 65 euros. Un poco caro. Me encantaría ver más ropa de calidad con precios más asequibles. A la larga es algo que se desgasta.
Fue la mujer de Murakami quien le alentó a comenzar con su
profesión de DJ.
«Me dijo: “Se te daría genial, dale una
oportunidad”. Quiero decir, me encanta la música y vocalizo
bastante bien. Siempre elijo un tema para el programa, el que
tengo pensado para el siguiente es “Remakes radicales de los
artistas originales”».
P9. Correr es parte de tu rutina diaria. A veces incluso corres maratones completos. ¿Influye este deporte en tu obra?
No estoy seguro de poder demostrarlo, pero tengo la sensación de que sí. También creo que habría escrito libros diferentes si correr no hubiera sido parte de mi vida. No comencé a correr hasta los 30, unos años después de cerrar mi bar de jazz y comenzar a trabajar como escritor a tiempo completo. Llevar un bar conlleva mucho trabajo, y eso me ayudó a mantener a raya los michelines, pero cuando comencé a pasar el día sentado en un escritorio, aumenté de peso automáticamente. No me gustó nada, así que comencé a correr. Muy pronto, me di cuenta de que no tendría la energía que necesitaba a menos que corriera. Como escritor, puedes escribir todo lo que quieras hasta los 40, mientras la juventud todavía está de tu lado. Pero después, es habitual que las personas pierdan energía y, como resultado, su escritura se resienta. Hablo en general. Sentarse al escritorio durante todo el día y construir oraciones conlleva mucha energía. No puedes conseguir tener más talento, pero sí puedes ponerte en forma.
P10. ¿Hay alguna carrera que quieras volver a correr algún día?
Ha pasado tiempo desde que hice un triatlón, pero me gustaría intentarlo de nuevo. Creo que estaría bien hacerlo cuando llegue a los 70, aunque la parte del ciclismo es un poco dura si la haces solo.
P11. ¿Qué es lo menos sano que hayas hecho en tu vida?
Jugar a mahjong hasta el amanecer. Cuando estaba en la universidad, pasaba todo el tiempo jugando a eso. Me encantaba pasar las noches enteras en el salón de mahjong, comiendo donburi cuando me entraba hambre. Era un estilo de vida bastante poco saludable. También solía fumar en ese entonces. Necesitas cuatro jugadores para jugar mahjong, pero es común que uno de ellos sea mediocre, lo que puede ser muy estresante. De todos modos, me gustaría volver a pasar toda una noche jugando mahjong al menos una vez más antes de morir.
P12. ¿Hay algún plato que prepares de manera excepcional?
Salteado de konnyaku. Aprendí a hacerlo cuando me mudé a Tokio y vivía solo. Se sazona con katsuobushi, salsa de soja y sake, aunque conlleva un proceso muy elaborado, es más o menos un secreto. Por otro lado, últimamente he estado preparando crepes y tortilla francesa para desayunar.
P13. ¿Cuál es el objeto más extraño para el que te han pedido un autógrafo?
Hace un tiempo, en el estadio Meiji Jingu de Tokio, estaba pidiendo un Jingu Highball cuando un niño me entrega un bolígrafo y me dice: «Sr. Murakami, ¿podría firmarme la bola?» No entendía por qué quería que le firmara la bola, pero levanté la vista y vi a su padre saludándome con la mano. Llevaba una gorra del Yokohama, el equipo visitante. Debía de saber que yo era aficionado del Yakult, el equipo local, y seguramente le dijo a su hijo que se me acercara. No tengo ningún problema con firmar autógrafos a un aficionado del Yokohama. Pero para uno de los Tokyo Giants, eso ya sería otra historia…
P14. La portada de este número es una ilustración de Mizumaru Anzai, que murió en 2014. Tengo entendido que Anzai y tú erais buenos amigos. ¿Cómo era?
Era un tipo singular. Hubo una vez, hace años, que me llevó a una especie de discoteca en Aoyama. Había un montón de chicas trabajando allí y una de ellas me pidió un baile lento. No me interesaba, pero cuando la rechacé Anzai se enfadó mucho y me dijo: «Mira, Murakami, cuando una mujer te pide un baile lento está feo decirle que no». Así que cedí y bailé con ella. Al día siguiente le estaba contando a todo el mundo de nuestro círculo social que «Murakami bailó un lento con una mujer». ¡Ese hombre solo daba problemas! Para vengarme, un día que vino a casa, dejé suelto a mi gato. Los perros y los gatos le daban verdadero miedo, y mi gato era listo y sabía cómo incomodar a alguien que teme a los gatos. Tengo un montón de historias como esta, algunas que no contaré nunca.
P15. ¿Por qué evitas las redes sociales?
En general, la calidad de su escritura no es buena. Leer obras buenas y escuchar buena música es muy importante en nuestras vidas. Por decirlo de otra manera, lo mejor que puedes hacer con la música y la escritura malas es ignorarlas por completo.
P16. Comenzaste tu carrera como escritor a los treinta, ¿qué te ha mantenido en marcha a lo largo de los años?
Cuando llega el momento de comenzar un nuevo proyecto, siempre tengo algo que quiero escribir. Tengo una norma y es que nunca escribo por encargo. Para mí funciona de la siguiente manera: empiezo a escribir cuando quiero, y luego se lo envío al editor cuando acabo, pero si no quiero seguir escribiendo, paro. Hace más de 20 años, decidí que si en algún momento no podía seguir escribiendo, abriría un club de jazz en Aoyama. Pensé incluso en el nombre, el menú y todo, pero puesto que siempre tengo ideas nuevas, no creo que vaya a pasar en un futuro cercano. Sería muy divertido tener un pianista en el local y sentarse en la barra a degustar whisky diciendo cosas como «¿No te había dicho que no tocaras esa canción?».
P17. ¿Alguna vez fantaseas con tener un trabajo diferente?
Llevar una tienda de discos de segunda mano parece muy divertido. En una ocasión encontré esta tienda de discos en París regentada por un japonés, pero cuando entré me dijo: «¿Tú también eres japonés? Lo siento, pero aquí no tengo nada especial. Todos los discos son de Japón». Supongo que a los franceses les encantan las reediciones de Blue Note vendidas por King Records y los vinilos de álbumes de jazz prensados en Japón. Ese sitio estaba hasta arriba de cosas de ese estilo. Me quedé tan intrigado que me quedé un rato charlando con él mientras tomábamos un té. Antes de que este hombre abriera la tienda, había estado viajando por todo el mundo como comprador de discos de jazz. Imagínate a esos doctores y abogados japoneses a los que les gusta el jazz y tienen dinero para gastar. Quieren coleccionar vinilos antiguos, pero no tienen tiempo para ir de compras, así que le llamaban y le decían qué querían. Si lo encontraba en alguno de sus viajes alrededor del mundo en busca de tiendas de discos de segunda mano, les llamaba y les decía: «He encontrado el disco, cuesta tanto, ¿quieres comprarlo?». Si decían que sí, él se lo vendía, añadiendo una comisión. También parece un trabajo divertido.
Murakami es un apasionado de los discos de segunda mano desde hace más de medio siglo. ¿Qué es lo que tienen? «Es más una adicción que una afición y, llegados a este punto, es demasiado tarde como para superarla. El primer disco que compré fue The Many Sides de Gene Pitney, cuando tenía catorce años. Cuando lo escuché en la radio, quise tenerlo y tuve que comprarlo. Fue una ganga, quizás me costara 1000 yenes, aunque por aquel entonces 1000 yenes fuera una cantidad tremenda de dinero. Esto fue hace casi sesenta años».
P18. ¿Cómo te llegan las ideas para tus novelas?
No es que lleguen de la nada. Es más como algo en mi estómago que va creciendo poco a poco. Para cuando llega a mi pecho, tengo una idea clara de qué tengo que escribir. Mientras espero a que suba el nivel, me ocupo con otras tareas, como un agricultor haciendo manualidades con paja cuando está en época de barbecho. Puedo hacer una traducción o escribir un ensayo. Cuando trabajas como novelista, pasas mucho tiempo esperando.
P19. Has mencionado que apenas vuelves a leer tus obras anteriores. ¿A qué se debe?
Una vez un libro sale al mundo, pierdo interés en la historia. No obstante, mientras lo escribo, me entrego por completo y lo releo innumerables veces. Es una comparación extraña, pero es como con la ropa interior. Te sientes bien llevándola, pero cuando te la quitas, no quieres saber más de ella. Aunque por el motivo que sea, sí que puedo leer mis novelas cuando se han traducido. Las ediciones traducidas tardan unos dos años en publicarse, a veces es tiempo suficiente como para olvidar la trama. ¡Es divertido ver qué pasa a continuación! Una vez, mientras conducía, escuchando la radio oí a alguien leyendo algo muy interesante, así que me puse a prestarle atención, intentando averiguar quién lo había escrito ¡y resulta que era mío! De mi libro de ensayos Toi Taiko.
P20. ¿Ni siquiera has releído tu primer libro, Escucha la canción del viento?
Ni una vez. ¡Me da mucha vergüenza ver lo que escribí! A veces la gente me pregunta: «¿Qué pasa en esta parte de esta novela?», pero no me acuerdo de nada, como si no la hubiera escrito yo. 1Q84, por ejemplo, se publicó en tres volúmenes. Los lectores me pidieron que escribiera un cuarto, y casi lo hice, pero no me acordaba de qué pasaba en los tres primeros. Tengo una idea más o menos de qué pasa antes de que comience la historia y después de que termine, pero todo lo de en medio desapareció, así que no podía continuar.
P21. ¿Cómo definirías el talento?
No estoy muy seguro. Si te obsesionas con el talento, no llegarás a ningún lado, lo que importa son los resultados. Mucha gente con talento pierde su toque y pasa lo mismo en la dirección contraria. Me pregunto por qué pasa algo así, la verdad es que no lo sé.
P22. ¿Qué es lo más importante de una buena traducción?
El oído. Si no tienes sensibilidad para los sonidos, no puedes hacer una buena traducción. En primer lugar, es una locura transformar un idioma como el inglés, con sus líneas de palabras, en columnas de caracteres japoneses. Si quieres que esa locura sea legible, tienes que usar el oído y escuchar cómo fluye, si no, es un desastre. Si quieres, puedes leer con los ojos y escuchar con los oídos, en lugar de leer en voz alta, pero tienes que tener la habilidad para escuchar. Desde la elección de palabras a la puntuación, todo se reduce al sentido del oído de una persona.
P23. ¿Te ha ayudado a cultivar el oído el haber escuchado tanta música durante tantos años?
Yo creo que si escuchas buena música, tu escritura mejora.
P24. No has escrito una obra de no ficción desde Underground, donde entrevistas a las víctimas del ataque con gas sarín en el metro de Tokio. ¿Por qué?
La no ficción conlleva mucho trabajo, además de mucho tiempo, así que a menos que tuviera un tema sobre el que no tenga más opción que escribir, me resulta difícil hacerlo. Hay muchos asuntos que me suscitan interés, pero es difícil conseguir que el proyecto salga adelante. Hace poco publiqué un libro llamadoNeko o suteru chichioya ni tsuite kataru toki en el que hablo sobre mi padre, pero la investigación resultó ser un verdadero quebradero de cabeza. Habría estado bien si hubiera podido preguntarle cosas, pero discutimos. Aun así, siempre supe que en algún momento tenía que escribir sobre él. Tardé una eternidad en armarme de valor y hacerlo, pero teniendo en cuenta que la mayor parte de mis familiares habían fallecido, pensé que por fin era seguro.
P25. La Universidad de Waseda planea abrir la Biblioteca Haruki Murakami* en 2021. ¿Qué dio lugar a su creación?
Quería crear un archivo para preservar mis manuscritos, las novelas y las ediciones traducidas, además de todos los discos que he coleccionado. Es para la posterioridad, ya que no tengo hijos. Uno de los artículos es el primer borrador de Tokio blues (Norwegian Wood). Esa novela la escribí a mano mientras estaba en Europa con un bolígrafo sobre cuadernos y papel de correo aéreo que compraba en Italia. Eso da lugar a un documento muy interesante. Aunque en este punto, el objetivo se ha ampliado un poco y la idea es crear un lugar para todo tipo de intercambios literarios y culturales entre Japón y otros países. Me gustaría que fuera un centro de intercambio en un sentido más general, un lugar donde la gente de todo el mundo que estudia literatura japonesa pueda reunirse.
*Sobrenombre de la Waseda International House of Literature, cuya inauguración está prevista para otoño de 2021. Murakami ha confiado a Waseda el cuidado, archivo y presentación de sus manuscritos, materiales relevantes y traducciones a otros idiomas de sus obras, además de su extensa colección de más de diez mil vinilos. Situada junto al Museo del Teatro en Memoria de Tsubouchi en el campus de Waseda, en un edificio al que Kengo Kuma le ha dado una nueva vida.
The Waseda International House of Literature (The Haruki Murakami Library)
P26. En muchas ocasiones te refieres a ti mismo como una «persona reservada». ¿El deseo de crear un centro de intercambio cultural fue el resultado de algún tipo de cambio de actitud?
Una cosa a tener en cuenta es que mi posición ha ido cambiando poco a poco con el paso de los años. Solía estar satisfecho siguiendo mi propio camino, pero conforme he ido haciéndome mayor y ganando cierta posición social, he comenzado a sentir que tengo que estar a la altura de las expectativas. Después de tantos años viviendo en el extranjero, podría decir que soy una persona reservada y que puedo estar en cualquier sitio, pero una parte de mí ha ido aceptando cada vez más mi identidad como autor japonés. Ese creciente sentimiento de urgencia, la necesidad de establecerme en esta posición, fue otro motivo para crear la biblioteca.
- Haruki Murakami
- Novelista
Nacido en 1949 en la prefectura de Kioto. Murakami debutó en 1979 con Escucha la canción del viento y sus obras más importantes incluyen Tokio blues (Norwegian Wood), Kafka en la orilla y 1Q84. Su trabajo se ha traducido a diferentes idiomas de todo el mundo y ha recibido múltiples premios, incluido el Premio Franz Kafka. También ha traducido muchos de los libros que más le han influido, entre ellos El gran Gatsby y El guardián entre el centeno. Ha visto Harper, investigador privado más veces que cualquier otra película y le encanta la novela en la que se basa. Murakami Radio se emite en TOKYO FM y en las treinta y siete estaciones de la cadena JFN. En el programa del 28 de febrero se hará un anuncio sobre Murakami y UNIQLO.