Mi estándar

Banana Yoshimoto

Ilustración de Yoshifumi Takeda

«Camisetas a juego»

Camiseta de algodón SUPIMA
de cuello redondo y manga corta

Selección: Banana Yoshimoto

Texto y fotografía

Banana Yoshimoto

Novelista

Nacida en Tokio en 1964. Se graduó en literatura en la Escuela de Arte de la Universidad Nihon. En 1987, su primera novelaKitchenfue premiada con el sexto premio Kaien Newcomer Writers. Sus libros se han publicado y traducido en más de treinta países. Su novela más reciente esFukiage Kitan Episodio 3: Zashikiwarashi. Las colecciones de sus columnas de ensayo Dokudami-chan to Fushibana, originalmente publicadas en la página web note.com, ya están disponibles en edición física.

Hubo un momento en el que mi hermana mayor se puso muy enferma y tuvieron que hospitalizarla e intervenirla.
Le compré todo tipo de ropa ancha para que no le molestara el roce con la cicatriz.
Mientras estaba comprando en UNIQLO, pensé que quizás esa ropa sería la que mi hermana llevaría puesta en los últimos momentos de su vida. Me recompuse y me dije: «Sea como sea, lo mejor que puedes hacer es encontrarle ropa cómoda que no le moleste con la cicatriz», y dediqué mucho tiempo a escoger las prendas adecuadas.
Mi hermana usaba una talla pequeña de mujer, pero en esas circunstancias la grande le iba perfecta.
Me pregunto si la mediana o grande de hombre le habrían ido aún mejor.
Mientras estaba buscando la ropa, encontré una camiseta para mí.
A juego con una suya.
Cuando le dieron el alta del hospital, regaló toda la ropa más holgada a sus amigos, pero se quedó con la que no le apretaba y la siguió llevando después de mejorarse.
La camiseta de hombre de algodón Supima que me compré para mí se ha convertido en una de mis prendas favoritas, como una segunda piel.
Normalmente para que una camiseta sea cómoda necesitas primero lavarla varias veces y usarla a menudo, pero esta lo fue desde el primer momento.
A veces la llevo con un estilo casual elegante, debajo de una chaqueta de traje. Otras veces la llevo de pijama. Se ha convertido en parte de mí. Cuando meto los brazos por las mangas siempre pienso lo mismo: «qué cómoda es». No es nada especial, pero no quiero vivir sin ella.

Mi estándar
Tyler Mitchell
«Calcetines de la suerte»